miércoles, 10 de agosto de 2011

Que no va de verdades la cosa, resumiendo

Primera y única verdad del blog: Utopía Descalza es una ironía. 
Las utopías llevan zapatos grandes para dar enormes zancadas entre la muchedumbre y no lastimarse los pies por andar descalza. Para no cojear del lado débil, sin embargo, la ironía me suena apetecible, apacible. Me resuena en una centellada de versos que se me escapan a borbotones de los ojos cuando lo leo.
Es una verdad a medias, en realidad, de esas que no se entienden, pero suenan utópicas. 
Lo cierto, es que quería hacer un blog que recogiese en forma de diario imaginario las memorias que no son mías, ni tampoco lo pretenden ser, esos detalles maquillados de los que me olvidaré al cruzar la esquina si no tengo un blog que me lo recuerde. 
Así que adelante con el proyecto, cierro los ojos, y a por ello. Y como modo de presentación rápida, me sirve. Solo necesitaba un empujoncito. Gracias cabecita loca, por deleitarme de prosa una vez más.
La imagen, es una de mis pequeñas musas, una fotografía sublime, tomada en un estado sublime.