Que lleva años esquivando el atajo que coge el rímel cuando
no para de lloverle en los ojos, años buceando por tragos mal dados y hostias
mal repartidas, años diciéndole a la suerte que ella no va a ser una más. Años
pasando por alto las cimas más grandes de su vida, dejando pasar los trenes que
siempre dijeron que solo pasaban una vez.
Que se ha aprendido de memoria las
excusas de la historia para ignorarla, las mentiras de los hijos de puta y los
ecos de quienes dijeron hablar de verdad.
Que los años no le han pasado en
vano, que las arrugas son más vuestras que suyas, pero la marca que dejan los
dientes también serán vuestras. Que lleva años escuchando las mismas canciones
que hablan de felicidad hasta que te convencen de que lo eres, que lleva años
hasta los ovarios de escuchar el mismo traqueteo dentro y fuera de cada
elemento que forma su casa. Que el único vicio malo que tiene es el de serviros
la comida caliente y hacer que os creáis que nació para serviros.
Que pasan los
años y se le acumulan los arrepentimientos de lo que pudo ser y no es, de lo
que pudo ser ella y no la dejasteis ser. Que las canas de su pelo son la sombra
del camino correcto, que sus ojeras son un poema que nadie se atreve a leer en
voz alta, que sus manos están marcadas por los cristales de la vida que se le
hizo añicos entre sus brazos y las rodillas son quienes pagan las facturas en
casa.
Pero ella no va a ser una más, porque hoy se le ha quedado un día
precioso para pasar página y romper el libro en mil pedazos, hoy ha hecho estallar
las ventanas que no asomaban a ninguna parte, hoy le ha robado las rimas a los
versos, los labios a los besos y los años a la vida. Hoy ha visto las
cicatrices que merodean por su cuerpo recordándola las cosas que un día juró no
hacer. Y hoy ha decidido dejar de cometer la locura de seguir siendo quien
vosotros queréis que sea. Porque aunque de ojos para fuera parezca inerte, está
viva, tan viva como cuando tenía veinte años y no pudo elegir lo que sería ser
porque otros ya habían escrito su camino. Tan viva como para mandaros a tomar
por culo con 50 años y empezar de cero, empezar a decidir, empezar a vivir…
Y este texto va dedicado a todos los hijos de puta que se
creen con derecho a decidir directa o indirectamente sobre la vida de otra
persona, sea en nombre de quien sea y sean las razones que sean.
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