Aquél día me sonrió la suerte y la casualidad. Estaba
trabajando y me dijeron que tenía que entrenar a una nueva busser. Si esa noche
me hubieran dicho lo importante que después sería ella para mí, no les hubiera
creído. Todavía la recuerdo en sus primeros días. Un tiempo más tarde, después
del trabajo, sentadas en una plaza comiendo quesadillas, nos contamos nuestro
primer secreto, y creo que fue ahí donde empezó todo. El segundo secreto vino
cenando debajo del Big Ben, los mejores amigos siempre se conocen por
casualidad.
Cuando cumplió 23, improvisamos una tarta de cumpleaños,
paseamos por Hyde Park buscando a Peter Pan y cantamos el cumpleaños feliz a
una sola voz. Cuando llegas sola a un país que no es el tuyo, este tipo de
cosas cobra un sentido muy especial. Hay alguien ahí, caminando contigo, que te
cuida y te apoya, entonces, el resto del mundo sobra.
A lo largo de la vida, conoces mucha gente, muchas personas
se van alejando con el paso del tiempo o
simplemente nunca llegan a convertirse del todo en amigos, se quedan en
compañeros de clase, compañeros de trabajo o gente con la que se coincide de
vez cuando. Sólo unos pocos llegan a tu
vida para quedarse. Ella, es una de esas personas que se cuentan con los dedos
de las manos, una de esas personas que siguen ahí, ella es una de esas personas
mágicas que te hacen decir "es que si ella no estuviera, no sé qué sería
de mi".
Cuando llegan los malos momentos es cuando te das cuenta de
eso y por suerte, ella fue mi familia en los peores días, ella fue mi abrazo
cuando no podía más, ella fue mi consuelo cuando nada tenía razón de ser. Ella
fue mi balsa salvavidas para llegar otra vez a tierra. Ella me hizo sentir que
no estaba sola. Nos hemos cuidado mucho, nos hemos acompañado, nos hemos reído
con ganas, hemos soñado despiertas con viajes imposibles, hemos puesto puntos
de realidad o de delirio en momentos de locura, hemos cantando en el metro, nos
hemos vestido con camisa y corbata y nos hemos visto con las pintas más horribles,
hemos flipado con historias que contábamos y nos hemos tenido que frotar los
ojos para creernos lo que estábamos viendo. Hemos reído y llorado tantas veces
juntas, que parece que cada vez que a una le pasa algo, la otra se
sincroniza y aparece. Lo mismo pasa para celebrar. Telepatía londinense.
Hoy es su cumpleaños número 25. Hoy me he acordado de tantas
cosas que me hemos compartido. Hoy me gustaría poder estar a su lado para
escuchar sus "che". Hoy me gustaría recordarle todo lo que la quiero,
todo lo que la echo de menos y todo lo agradecida que estoy.
Si la tenéis cerca, no dejéis de abrazarla, de darle besos,
de mimarla de mi parte. Se lo merece todo.
Te quiero muchísimo Jenni, pelirroja favorita. (pelirrojo
favorito, no te pongas celoso, los dos estáis en mi top 10)