sábado, 16 de diciembre de 2017

Nuestra generación no está dormida. Está hibernando.

Quieren llevar gente a Marte. 
Ella lleva treinta años fregando casas y no va a tener pensión porque no está asegurada. 

Quieren crear un avión que vuele a la velocidad de la luz.
Ellos han sido desahuciados por una estafa bancaria. Tienen dos niños pequeños.

Quieren invertir millones en crear el robot más humano.
Él espera tirado en el pasillo de un hospital porque no hay camas suficientes en urgencias. 

Quieren privatizar las energías renovables.
Ella lleva meses sin poder pagar las facturas, le han cortado la luz y esta noche morirá por un incendio en su casa. Se dejará una vela encendida. 

Quieren externalizar las empresas porque sale más barato. Emplean mano de obra infantil.
A él, lo han despedido por un traslado de su empresa a Latinoamérica. Su vecino, consumidor de Inditex, apoya el boicot a los productos catalanes. 

Quieren volver a construir el Titanic. 
Ella ha puesto a su hijo de tres años en una barcaza porque el mar le parece más seguro que la tierra. Ya no le quedan más ahorros.

Quieren invertir en tecnología punta, por eso han creado una máquina de afeitar que gira para que tú no tengas que mover tu puto careto mientras te afeitas. 
Ellos sobreviven con un sueldo. No llegan a fin de mes. Hacen milagros para que los niños no lo sepan. 

Quieren construir el centro comercial más grande del mundo. 
Ellos viven en un barracón, esperando ser realojados. Les está matando el frío. Les está matando el estrés postraumático. Les está matando Europa. Pero ellos creen que son culpables de vivir así.

Quieren crear una playa artificial en el centro de la capital.
A ella la obligan a prostituirse cada noche. No puede escapar. Tiene miedo. Tiene 16 años. 

Quieren hacer un programa especial sobre la violencia de género.
La policía nacional ninguneó su denuncia. La televisión dio voz a su pareja maltratadora. Vio como medio país opinaba sobre ella. Ha pensado en quitarse la vida. 

Quieren presumir de tener la generación más preparada de la historia. De que hay trabajo para todos.
Ella se ha tenido que ir a Alemania a buscar trabajo, desesperada. Sola. Después de estudiar toda su vida, ahora sirve cafés en un país que no es el suyo. Dentro de un año, va a encontrar un trabajo en un laboratorio alemán. Cobrará un buen sueldo. Será feliz. No volverá a vivir en España. 

Quieren la unidad de España. Son de derechas. Defienden a la clase dominante. 
Ellos viven en un barrio obrero, a duras penas llegan a los 1000 euros al mes. Nunca serán empresarios, nunca podrán terminar de pagar su casa. Cuando sus hijos vayan a la universidad, las becas ya no existirán y cuando se jubilen las pensiones serán un vago recuerdo del pasado. Dentro de 20 años, uno de ellos sufrirá un infarto. Tendrán que pagar el coste total de su intervención. Nunca podrán volver a ahorrar.

Suena: despierta de Ismael Serrano. 
Para la mujer que se ha cruzado en mi día a día y me ha recordado el por qué de todo lo que hago. Porque su coraje y su valor dan para escribir un libro.